Pivotando alrededor de un proyecto musical, No-Domain (pseudónimo del artista audiovisual Joaquín Urbina) firma esta producción que consigue llegar a un punto de encuentro poético entre creaciones de distinta naturaleza, fruto de un largo proceso artístico.
El álbum en cuestión es "Royal Dust", un proyecto del músico venezolano Miguel Toro, que incluye colaboraciones con Aerea Negrot, Ricardo Villalobos y Paul Frick, en el que convergen sonidos orgánicos e industriales, que el maestro de la masterización Mike Grinser hace comulgar, para luego proceder al corte del vinilo, momento en que se sintetizan los aspectos técnicos, sensitivos e invisibles que rodean la creación de un álbum.
Tan híbrido como el sonido son las imágenes, que huyen de cualquier clasificación formal de género audiovisual, un principio gracias al cual se permite que la libertad impregne todo el dibujo, el camino de la aguja abriéndose paso hacia lo desconocido, esa sensación vibrante y polvorienta de la primera escucha.
Texto: Alba Pagán